lunes, 13 de noviembre de 2017

Postales del naufragio

KARMA POLICE

Año 2014: un grupo de jóvenes y no tan jóvenes, se reúne en las oficinas de Ricardo Silverstein. Piden elecciones YA. No les importa que Central esté en medio de una copa. Por lo bajo, descalifican la copa, aducen que si gobernaran ellos Central estaría festejando otros títulos importantes. Ni bien asumen, por acción u omisión, hacen todo lo posible para que Central pierda esa copa. Denigran por cuanto medio de TV les de lugar a Miguel Russo, discuten con todos los referentes del plantel por los premios, declaran barbaridades. El miedo a que otro llegue a colgarse una medalla que los disminuya, puede mas que cualquier otra cosa.
Tres años y medio después, el mismo grupo de jóvenes y no tan jóvenes, se encuentra aferrado a la copa Argentina como si fuese el último bote del Titanic. Han destrozado el promedio con tal de ir por ella. Esta vez no es una copita, es para ellos casi tan importante como una libertadores.
Finalmente sucede lo esperable: El equipo, pésimamente armado, en campaña de descenso y que había pasado algunas fases de forma milagrosa, perdió.

AGARRARON UN CLUB EN RUINAS

Con Miguel Russo renunciado, la gloriosa comisión destructiva, asume por fin el mando absoluto del club. La primer medida revolucionari es contratar los servicios de Gustavo Grossi. Este joven profesional apadrinado por el Dr Juan Carlos Mazza (mas conocido como el Doctor Borussia) toma el timón en inferiores. Mientras tanto, Chacho Coudet junto a su representante Christian Bragarnik, hacen los propio en la primera división.
Hagamos un repaso de lo que encontraron en el club en ese momento:
Según acta de traspaso firmada por Broglia, Central tenía mas de 36 millones de pesos para cobrar correspondientes a: cuotas, documentos por la venta de Carrizo a Boca, parte de los derechos de formación por la transferencia de Di María al Real.
Arroyo Seco totalmente pago, después Broglia diría que canceló 1 (UN) documento (que no se debía pagar pero eso es otra historia)
Un club estabilizado en primera, con un promedio sólido y disputando cuartos de final de Copa Argentina.
Una base formada por jugadores como: Caranta, Donatti, Delgado, Ferrari, Nery Dominguez, Musto, Niell.
Una reserva campeona que contaba con jugadores como: Salazar, Montoya, Jonás, Lo Celso, Cervi, Becker.
Un contrato con Tiro Federal (demonizado hasta el hartazgo por los operadores mediáticos del Crece) que nos permitía traernos jugadores como Rivas o Lovera y nos costaba en 30 años, lo mismo que nos costó el pase de Torsiglieri en 5 minutos.
Un fallo de la Sindicatura del Concurso, donde declaraba nula la transferencia del 20% de Di María y ponía a la Comisión Directiva en inmejorables condiciones para negociar contra Benfica.
Por supuesto que también tenían compromisos que cumplir ya que hay una continuidad periódica (el actual pasivo se calcula en alrededor de 200 millones de pesos) pero podemos decir sin miedo a equivocarnos, que recibieron el club con mas recursos que cualquier otra comisión directiva en la historia de Central.

LA GESTIÓN

Merced a la base heredada,a los juveniles que se encontraban en el club y al acierto en la incorporación de Marco Ruben (luego se agregarían Pinola y Larrondo) el equipo de Chacho supo ser protagonista.
Un tercer puesto en el torneo local, cuartos de finales de la Libertadores y dos subcampeonatos de Copa Argentina, le ponían un aprobado a Coudet en su primer examen como DT.
Pero mientras deportivamente vivíamos un verano, estrategicamente ibamos hacia el infierno.
Grossi despedazaba en inferiores el trabajo exitoso de años (luego se iría a River confirmándose como un arribista) comenzando el club de amigos que se alzaría con la representación de la mayoría de nuestros juveniles: Felix Jaureguizar (ex buffetero de Gorosito y cercano a Fabio García) Guillermo Aliprandi (socio comercial de Raúl Broglia) y Guillermo Fechenbach (ex periodista y militante del Foro Canallas Unidos) llegarían para quedarse.
En primera, el panorama no era mucho mejor. En base al asesoramiento de Christian Bragarnik, la comisión directiva de Central, canjearía el 20% de Di María por el 50% de José Luis Fernandez.
Las dos grandes joyas de la abuela, Cervi (42 partidos en el club) y Lo Celso (39 partidos en el club) , serían vendidos de inmediato. Lo que deportivamente equivaldría a ganar el Quini 6 y luego el Loto, terminó siendo una maldición para Central.
A cualquier gestión seria, que le exploten dos jugadores como esos, le hubiese servido para dar un salto de calidad significativo: comprar un predio, cancelar deudas, llenar la vitrina de copas, etc.
Imaginemos que hubiesen logrado Lanús o Estudiantes, si estos chicos surgían de sus inferiores. Nada de eso ocurrió en Central. Empecinados en sus errores, la comisión destructiva, se peleó con Nery Dominguez (uno de los mejores 5 del país) y lo terminó vendiendo por monedas ¿el error del chico? querer cobrar lo mismo que su suplente, el siempre mediocre Gustavo Coldman.
El caso sería un anticipo de lo que luego terminaría sucediendo con Pinola y Larrondo: una comisión que pone clausulas de salida (con el fin de ahorrar dinero y asesorada por pasantes) para luego quejarse si los jugadores la ejecutan. Entonces la culpa pasa a ser de todos, menos de los que firmaron ese contrato. Entonces empiezan las operaciones mediáticas (de grupo 3 y sus peones de twitter) apelando a una moral incompatible con el ámbito contractual y de negocios, buscando exacerbar lo peor del hincha, la parte mas irracional; cuando todo se resume a la pésima redacción de un artículo del contrato (el que no lo entienda así que lea sobre el caso Cvitanich y River)
También serían vendidos Donatti y Musto (al Tijuana de Chacho). El mismo Chacho que nos trajo veinte zagueros y catorce mediocampistas centrales, pero a la hora de los bifes, se llevó con él solo a los que había elegido Miguel.
Con estos últimos dos, se terminaba de desarmar la base legada por Russo. Anteriormente ya se habían ido Caranta (al que calificaron de arquero mediocre para luego contratar a uno que se depilaba el pecho y finalmente recalar en el memeable Rosu) el negrito Delgado (otro mediocre al que dos años después fueron a buscar de rodillas pero ante la negativa terminaron trayendo UN TRES CHILENO) y Franquito Niell (adorable vacunador de pechugas)
Pero todavía quedaba mas. Las inferiores de Central, cual leyenda del Rey Midas, tenía otros dos hijos que entregar a la causa revolucionaria: el Chaqueño Montoya y el Tucumano Salazar.
Si Cervi y Lo Celso eran, respectivamente el ancho de basto y el de espada, el negro Montoya era un perfecto 7 de oro. De Salazar se han dicho varias cosas. Lo cierto es que mientras estuvo en primera exhibió un nivel aceptable y que no debió ser vendido por no tener reemplazo alguno (Ferrari no está en edad de seguir jugando en Central)
Así que a modo de repaso, la combativa conducción de Broglia, que recibió un club endeudado y quebrado, tuvo a su disposición y de hecho vendió a: Delgado, Donatti, Musto, Nery, Salazar, Montoya, Cervi, Lo Celso (heredados del trabajo de la anterior gestión) SUPERANDO LOS 30 MILLONES DE DÓLARES EN INGRESOS.
Cifra que ha sido absolutamente dilapidada, ya que hoy por hoy devolverían el club con: Rosu, paragua Ledesma, caramelito Martinez, colorado Gil, Pachi (el 40% de su pase también lo heredaron y solo debieron negociar con Boca por un 20%) Zampedri y Marco Ruben en un estado físico preocupante.

PROMESAS INCUMPLIDAS

Desde el llano, peticionaban por un estatuto participativo, donde la sindicatura sea independiente del oficialismo de turno. Una vez en el poder, apostaron por un estatuto mucho mas restrictivo que el anterior. Un estatuto cómodo para el oficialismo y que desplace a segundo plano la figura del socio, quien es el verdadero dueño del club. Pasaron del estatuto de la CRE al estatuto del CREce, dejando como estúpidos a antiguos ex aliados, que todavía no lograron entender las particularidades del poder.
Desde afuera azuzaban al socio con el tan mentado peso en AFA. El peso en AFA lo iba a traer su gestión. En principio el encargado iba a ser el ex árbitro Claudio Martín. 
Nada de ello ocurrió. En cuanto a AFA, Central siempre tuvo una posición ambivalente. Empezamos coqueteando con Tinelli, para terminar votando a Segura, tocamos las bolas de madera, puteamos a Boca, a Macri, a la Diosa Marte, pero terminamos con la cabeza gacha sirviendo el café en la lista de Angelici. Los resultados fueron los esperables: los árbitros nos perjudicaron en cuanto partido importante jugamos.
En lo referente a los aumentos de cuota, se han tragado cada una de sus palabras. De implacables Guevaristas ante los aumentos y los bonos (cuando el club estaba en la B y no había vendido ni un arbusto) a despiadados capitalistas (luego de haber vendido por mas de 30 millones de dólares).
Hoy la cuota está en 430$ y tenemos dos bonos obligatorios al año, o bono aguinaldos como gustan llamarlos algunos con un dejo de cinismo.
Lo peor es que cada uno de estos aumentos y estos bonos (innecesarios luego del vendaval de dólares) no se han visto reflejados ni deportiva ni ediliciamente. Al derrumbe en el caribe, se le suma el estado deplorable de los baños del gigante, pasando por una ciudad deportiva muy desmejorada y terminando en un plantel que vuelve a repetir entre los últimos puestos.
La organización ha sido otro punto flojo, ante cada partido importante han fallado y en las avalanchas podría haber ocurrido lo peor. Finalmente se resignaron y delegaron la responsabilidad en un call center.
Dejamos de hablar de kioscos en la institución para pasar a hablar de un mercado a cielo abierto: fiesta de protocolos (donde han inventado hasta el protocolo de populares) fiesta del arroz con pollo, de la cerveza, etc (donde nadie sabe que se hace con los recursos) hasta llegar a la ridícula situación en donde el socio no sabe quien corno es el que fabrica la ropa oficial de la institución. También se ha llegado a la situación absurda de ver barras cruzando a platea, para golpear a los socios que pedían bajar una bandera y seguir jugando el partido.
Se malvendieron jugadores con menos de 50 partidos en primera, para terminar plagando el plantel de paquetes representados por amigos: Rosu, Torsiglieri, Burgos, Gissi,Colman, Battaglia, Gil Romero, Jhonatan Ferrari, Marcelo Ortiz y siguen las firmas; mientras varios juveniles han sido prestados a clubes de pésima categoría como el paradigmático caso de Maxi Gonzalez a Quilmes (donde no cobró nunca y perdió la categoría) y al que recurrimos el otro día como carta de salvación.
Después de quejarnos meses por las actitudes de River en los casos Pinola y Larrondo, fueron y le hicieron lo mismo a Colón robándole el DT. Lo peor es que permitieron que traiga jugadores representados por su representante, que hoy nos quedan de claveles a todos los que abonamos la cuota. Ya había sucedido cuando permitieron que Chacho compre a Fernandez, a Bordagaray y a Burgos, prolijamente representados por su mismo representante.

EN FIN
Para concluir y después de leer la carta de Cefaratti, quisiera agregar que Central ha sufrido una involución. Que han despilfarrado una cantidad ridícula de dólares. Ninguna otra comisión ha tenido el camino tan allanado y han fracasado rotundamente. Esta pésima gestión solo puede ser defendida por quien tiene un interés económico o por un idiologismo absurdo.
Esto no es el Octubre rojo, no han encabezado ninguna modificación sustancial. En Central se dan explicaciones a los socios (como se dieron toda la vida en asamblea) se compite de forma amateur (como lo hizo toda la vida y con el esfuerzo gigantesco de los padres) y se lleva niños gratis a la cancha (como pasa desde hace décadas)
Nosotros siempre tuvimos una vida institucional activa, aún en los peores momentos, a diferencia de Ñubel. 
Esta comisión destructiva, debería admitir que fueron mas de lo mismo de la peor parte de la historia del club. Un club que se encuentra a la deriva y con rumbo de descenso.
Coincido totalmente en una parte: hay que tener coraje para ser dirigente. Varios de la comisión directiva a la que pertenece Cefaratti lo pueden corroborar, ya que fueron los que se escondieron abajo de la cama cuando el club descendió. También es cierto que desde el sector que dirige Cefaratti, se han encargado de ensuciar y desprestigiar tanto a la política de Central que mucha gente huyó espantada. Que si hoy los socios ven una división entre los dirigentes y ellos, fue porque precisamente, eso fogonearon desde el Crece durante años.
Duele haber quemado años de futuro para vivir un ratito de presente, pero lo que estamos sufriendo hoy es ni mas ni menos que el resultado lógico de las decisiones asumidas.
Esperemos revertir esta situación, porque los relatos perecen y los dirigentes pasan, mientras que la fiesta que hacen unos pocos, la terminamos pagando entre todos (y esta no va a ser nada barata)





















domingo, 19 de febrero de 2017

Los dueños de las inferiores

Las Inferiores de Central fueron noticia en todos los medios locales por haber obtenido la Copa Challenger en el año 2016. Es decir, que fuimos el Club que obtuvo más puntos de todos los que participaron en las juveniles de AFA. No es para desconocer este mérito sino más bien para valorarlo (en su justa medida), aunque haya sido bajo la gestión de un coordinador que ya no se encuentra en Central como el Flaco Chamot.

Ahora bien, si se hila fino en otro tipo de cuestiones (no menos importantes a la hora de referirnos a futbolistas de nuestro patrimonio) han surgido cuestiones que parecen fundamentales para remarcar. Y tiene que ver esencialmente con representantes de jugadores que han tomado una magnitud muy veloz en los últimos tiempos.

Quienes caminan las canchas de Ciudad Deportiva (o del predio de Maristas ahora que se realiza pretemporada) notan con la atención una cara que es cada vez más conocida en el ámbito y dominante cual pac man en la cantidad de futbolistas que representan: Se trata de un abogado llamado Guillermo Aliprandi, hasta hace meses un desconocido en el ambiente del fútbol y, por lo que se pudo averiguar, también un ignoto en otras instituciones ajenas a Central.
Guillermo Aliprandi maneja alrededor de 30 jugadores 


Este señor es hoy, según datos que hemos podido recabar, la persona que mayor cantidad de jugadores juveniles representa en el Club. Y tal como ha confiado incluso gente que trabaja en las mismas inferiores, muy cercano al ahora coordinador de Inferiores Alberto Boggio, reemplazante del Flaco Chamot. Tan es así que la gran mayoría de los jugadores que patrocina este hombre fueron “captados” una vez que Boggio tomó el mando.

Hay quienes afirman también que varios jugadores de poca o nula actividad en 2015 han tenido un importante ascenso en la consideración del Club tras estampar su firma con este señor Aliprandi, aunque no es algo que nos conste y no vamos a brindar nombres por el bien de los chicos porque, insistimos, son patrimonio del Club. Pero también vale decir que costó muy poco destapar ollas porque este rumor sobre la cercanía Boggio-Aliprandi resuena fuerte en casi toda la institución.


Otro caso para analizar es el del (ex?) periodista Guillermo Fechenbach, siempre cercano a la gestión del Foro Canallas Unidos (especialmente a los dos vicepresidentes), quien ha tenido también una importante trascendencia en el ámbito juvenil, en cantidad pero fundamentalmente en calidad de jugadores.

Guillermo Fechenbach cercano a los Vices maneja cerca de 15 jugadores.
Cuesta creer como una persona que de buenas a primeras dejó su profesión para transformarse en agente de jugadores pueda tener el talento o la capacidad para hacerse “con los mejores jugadores del Club”, tal expresan muchos conocedores de las Inferiores. ¿Será que le alcanzará con frecuentar la Ciudad Deportiva o que tendrá algún aval interno que facilite sus tareas?

Estas dos situaciones son corrillo permanente incluso entre representantes que hace décadas trabajan (bien y mal, de ambos modos) en las inferiores de nuestro Club. No nos preocupa la tarea de las dos personas mencionadas sino la posible complicidad o implicancia interna. Nos preocupa, en efecto, el patrimonio más importante de Central que son nuestros jugadores.
La tercer pata de esta historia es el señor Felix Jaureguizar dueño del club La emilia ex buffetero de Gorosito en Arroyo Seco  y socio de Grossi en el proyecto Udinese (tema que ya hemos tratado en este blog)
En su momento los jugadores de La Emilia llegaron en manada. Central ponía la pensión y 3000$ de viáticos para cada chico. También se habría pagado en efectivo una suma importante de dinero por el convenio. Hoy la mayoría de esos juveniles no se encuentran en el club.
Felix Jaureguizar dueño del club La Emilia
junto a dos juveniles de RC categoría 2004
vestidos con las ropas de Udinese. A su
lado Brizuela,colaborador de Grossi,hoy en
River. Durante esta foto trabajaba en RC.


La gente que quedó de Grossi en Rosario son: Hernandez a cargo del hotel y pensión, Maggiolo coordinador, Mangione, Renzo Vaniloti profe y un profe que casualmente es de apellido Jaureguizar (sobrino del dueño de la Emilia)
Estos les responden a Grossi. Juvenil que se prueba en RC y es bueno,se lo rechaza. Al otro día lo llaman diciendo que le consiguieron una prueba en River y ahí lo capta Grossi.
En AFA es un secreto a voces que Central en inferiores es solamente una sucursal de River.
El zorro está cuidando el gallinero, juvenil que se destaca es derivado a Udinese o a River, quedando RC como el último orejón del tarro. La última vez que jodimos con las inferiores, aparecieron los Zelayas,Nuñez,Galindez,etc; que nos terminaron dando el último empujón hacia la B.
Que después nadie diga que no sabía. El abrazo de siempre.



























domingo, 15 de enero de 2017

Veinte años de soledad

Cuenta Platón, que una tarde cualquiera en Atenas, se encontraba Sócrates filosofando en la plaza delante de sus discípulos y una multitud. De repente sobre un camino de tierra lateral, la polvareda levantada por un caballo a toda velocidad, llamó la atención de todos.
Demoró pocos minutos la bestia en llegar hasta ellos. Un viajero sucio y desaliñado, saltó del animal, y con la voz entrecortada todavía por la agitación le gritó al maestro:
- ¡Sócrates! ¡Como te atreves a hablarle a la juventud! ¡Como te atreves a aconsejarlos! ¡Tu que eres el mas pervertido de los hombres! ¡Tu que cargas con todas las debilidades y los vicios!
El silencio invadió el lugar. Todos se miraron sin reaccionar. Los discípulos rodearon a Sócrates  previendo una reacción violenta del sabio.
Sócrates miró al viajero seriamente y sin mover un músculo del rostro, lo señaló ante la multitud y les dijo:
- Pero que bien que me conoce este hombre.

El maestro señalaba con una ironía, la contradicción interna que habita en el alma del hombre desde el principio de los tiempos. Nadie es ajeno a esta maldición. Lo que sucede en Central es que hace un tiempo, le tomamos la cicuta a Sócrates y adoptamos a la ironía como forma de hacer política.

Vamos de criticar a Miguel por su injerencia en las contrataciones, a darle todo el poder a Chacho. Criticamos el convenio de Nike, pero festejamos las extraordinarias ganancias. Pasamos de hacer campaña con el estatuto de la CRE, a una vez obtenido el poder tirarlo a la basura para proponer uno mas cómodo al oficialismo. De la incomodidad de venderle el alma al diablo, a darle las llaves del fútbol a Bragarnik y Quinteros para que traigan jugadores del montón a precios irrisorios. De la crítica a los aumentos, a aumentar un 70% anual en 2016. De la falta de generación de recursos genuinos, al intento de juntar dinero con el pacman de rosariofan y sin acercar un solo sponsor nuevo. De putear a Vesco por desarmar un equipo campeón, a vender hasta las joyas de la abuela sin haber ganado aunque sea un torneo de truco (¿llamativo silencio de la OCAL no? NO) Del insulto por contratar infinidad de jugadores estando las inferiores destruidas y en plena reconstrucción, a gastar la plata de la venta de Cervi en "sandalia" Trosiglieri y en el PRÉSTAMO del Bracagol Colombiano. De la promesa del Centro de Alto Rendimiento que iba a sacar jugadores como el Borussia Dortmund, al centro de alto mentimiento de Grossi donde usaban la chapa de Central para captar jugadores para Udinese. De la indignación por el contrato con Tiro Federal, a gastar en Cetto,Colman,Delgado,Burgos,Menosse y Gissi, el equivalente a 20 años del convenio, pero festejar las apariciones en primera de pibes que nos trajimos de Tiro (Rivas y Lovera)
De rasgarse las vestiduras por las instalaciones del club, a no tener pileta de invierno hace dos años, ver el derrumbe en el caribe y no invertir ni para arreglar un quincho.
De enfurecernos por los bonos mientras el club estaba en la B, a cobrar un bono altísimo y teniendo ventas record con ingresos de primera. De pedir transparencia desde afuera; pero una vez en el poder negarse a firmar una mísera declaración jurada de bienes, encargarle la fabricación de la indumentaria oficial a una empresa fantasma, entregar entradas populares para que la barra tenga caja, conceder el 6% de la tienda virtual a vaya saber quien. De insultar a la prensa por no decir lo que queremos escuchar, a rentar un oompa loompa formoseño para que le haga de espejito mágico a nuestro vicepresidente y le diga: Lusito,Lusito,vos sos el mas bonito. De ensuciar a media ciudad por el robo del 20% de Di María, pero una vez en el poder canjearlo por el 50% de un paquete acercado por Bragarnik y dejar libres de culpa y cargo a los delincuentes de Benfica. De llorar elecciones en fiscalía mientras nos estábamos jugando una C.A, a señalar con el dedo al que critica después de un partido. Del no reforzamos rivales, a venderle Larrondo a River y estar dialogando por Montoya. Del proyecto de 14 años, a vender cada uno de los pibes que se asienta en primera, desarmar una base ganadora, malvender jugadores por caprichos, dejar libres a otros por imbéciles, y pelearse con el resto como si nos sobrara algo. De enfurecernos porque no avanzaban las obras en la sede fundacional recientemente recuperada, a vender señaladores,rifas,remeras,arroz con pollo,etc,bajo el control de vaya uno a saber, para poder arreglar lo que rompió la inundación. De soñar con un futuro sin representantes de por medio, a recibir de nuevo en el club a quienes le robaron literalmente a Central como Lebihan. Del no tenemos peso en AFA y a Central le hacen lo que quieren, a los papelones arbitrales. Del la culpa la tiene Ochoa y vamos a ir con Martín para que nos consideren, a ratificar a Ochoa (por pedido de AFA) y mandar a Martín a dar cursitos con los jugadores de inferiores. Del vamos a ser un club previsible, a coquetear con Segura, para terminar en el bailando con Marce y que nos corte la pollerita en vivo, sin obtener un solo beneficio. De firmar junto a todos los clubes una nota donde pedimos la baja del Fútbol para todos por haber cumplido un ciclo, a nuestro Vicepresidente quejándose por twitter que el gobierno nacional no pagaba mas. De la amenaza para no firmar la Superliga, a firmar y sin chistar ante el primer aprete.

Así no se puede armar un club. Seguramente se pueda ganar alguna que otra elección y conseguir un grupo de fanáticos que aplaudan a rabiar cualquier decisión. El fanático es la plaga política del siglo 21. El fanático no piensa, no reflexiona, simplemente reacciona. Para fanatizar un grupúsculo, simplemente es necesario seguir la máxima de Goebbels: Hay que hacer creer al pueblo que todos los males son culpa de nuestros adversarios y hacer que nuestros militantes se lo repitan en todo momento. Obviamente el fanático escuda sus contradicciones y sus bajezas, en un bien superior que nunca llega pero siempre está por venir. Acá hago una división: está el fanático por conveniencia económica y el fanático por la simple razón de pertenecer. Los une que ambos ponen sus intereses personales y de secta por sobre los del conjunto, y los divide la capacidad intelectual. Los últimos suelen ser individuos poco formados, parias sociales sin otra arma intelectual que no sean la difamación y el insulto.

Estamos ante un cambio de paradigma sin precedentes. Las redes y las telecomunicaciones, permiten por primera vez en la historia una cercanía sin intermediarios. Si no somos capaces de formar un grupo de jóvenes con pensamiento crítico que sean permeables a dar una respuesta institucional ante los desafíos venideros, nos esperan otros 20 años de sequía. Cuando hablo de éxitos deportivos me refiero a los campeonatos tradicionales.
Los desafíos de hoy son infinitamente superiores a los que afrontaron los dirigentes como Vesco. Antes peleabas únicamente contra los grandes. Superado ese escollo el éxito deportivo estaba al alcance de la mano. Hoy hay un grupo de equipos, como Estudiantes, Lanús y Velez ; que mientras nosotros nos quedamos festejando la palomita de Poy y marchando por Astrada, se organizaron institucionalmente y nos pasaron por arriba.
Ellos marcan el camino. Procesos a largo plazo, ventas escalonadas de jugadores, inversión en establecimientos educativos, seriedad en los proyectos de inferiores, dirigentes poco mediáticos pero muy activos en AFA ¿quien carajo conoce al vicepresidente de Lanús?
A esta altura de la soirée, Central no tiene peor enemigo que el propio Central y sus ansiedades. Esas que hacen que cada tanto aparezca un mesiánico,venda hasta al aguatero de la reserva, y se juegue un pleno al negro el 36 para ver si logramos meter un título. Y no es así. No quiero un título como los de Ñuls si el precio son 10 años de humillaciones posteriores mas una realidad edilicia e institucional Africana.
Creo y supongo que somos varios, que si no armamos un plan a 5 años, no hay salida. Un plan que incluya una base, donde aparezcan juveniles y solo vendes a uno si te sirve para aguantar el resto, incorporás lo justo y necesario,etc, es decir todo lo contrario a lo que venimos haciendo. Si cada dos años vamos a desarmar equipos enteros, solo nos queda esperar algún milagro y lamento informarles que los milagros suelen ser carísimos.


En algún punto hemos perdido el camino. Dejamos que un grupo de carcamanes pudientes, los que nunca tuvieron cojones para ir a elecciones y que solo critican cuando los dejan afuera de la mordida, nos pintaran la idiosincracia del hincha de Central. Después vinieron los programas estupidizantes de televisión con el hincha de RC retratado como un imbécil, con imagenes del folclore y un rock and roll melancolico sonando de fondo. Luego llegó internet y un grupito de "hijos de" tomaron su lugar. Aparecieron los hinchas de la hinchada, las operaciones mediáticas, la utilización del sentimiento para prenderse en algún negocio. Y así fue que nos comimos la humillación del descenso. Con todos los antes mencionados aplaudiendo mientras se hundía el Titanic y con los nenes de la barra (ídolos para algunos) portándose bien porque querían viajar de garrón a Sudáfrica. Hablando de la barra, hace mucho que Carlitos Del Frade no toca este tema (je).

Central es mucho mas que la presa de 50 politiquitos de redes sociales. Es la pasión por la que vibra el interior del país en su zona centro, el único motivo de alegría de miles de pibes anónimos a los que no les interesa figuretear por redes. Ya pusimos el foco en los grupos de notables, en los mediáticos carteleros, en los jugadores, en la hinchada, en los directivos; y así fue que tuvimos 20 años de nada.
Va siendo hora de poner el foco en el hincha y el socio de a pie, el que paga la cuota o lo vive como puede porque no alcanza a juntar la plata, el que no pide nada y entrega todo, el que no se acerca al club con afán de llevarse nada, el que no busca un cartel, ni un negocio, ni un rédito. El que va a la cancha cuando lo dejan, porque para él no hay entradas pero si hay protocolos para los delincuentes. El que solo quiere ver a Central campeón. Y explicarle que la única forma de no vivir continuamente el pasado como en la ruedita de un hamster, es pedir un proyecto a 5 años. Sin alarmas ni sorpresas.